¿Qué es mindfulness?
Mindfulness o atención plena es la capacidad natural que todos tenemos de prestar atención de forma consciente a la experiencia del momento presente con interés, curiosidad y aceptación, estar atentos a aquello que sucede aquí y ahora, tanto en el exterior como en nuestro interior. Este tipo de atención nos permite relacionarnos de forma directa con aquello que está ocurriendo en nuestra vida, aquí y ahora, momento a momento.
En el día a día que llevamos con miles de estímulos a los que atender y todo sucediendo a mucha velocidad es difícil encontrar el momento para encontrarse con uno mismo.
Los niños y adolescentes, al igual que los adultos, también se ven sometidos a ese ritmo acelerado y a millones de estímulos que les desconectan del momento presente y les dificultan poder concentrarse cuando lo necesitan o tomar decisiones desde la tranquilidad.
La práctica del mindfulness les permitirá concentrarse mejor, estar más tranquilos y actuar menos impulsivamente.
Beneficios para niños y adolescentes:
- Mejoran su aprendizaje, la atención, la memoria, la creatividad y el rendimiento académico.
- Pueden concentrarse mejor e ignorar las distracciones.
- Les ayuda a conocer y regular sus emociones, a encontrar la tranquilidad y el equilibrio cuando se sienten enfadados, angustiados, molestos…y a sentirse más seguros.
- Aumenta la introspección, ven mas clara y objetivamente lo que sucede en su interior, en el exterior, en los demás y en su entorno.
- Desarrollan la amabilidad hacia si mismos y hacia los demás.
- Mejoran las habilidades prosociales como la paciencia, la empatía, la alegría por el bienestar de los demás o la ecuanimidad.
- Controlan mejor el comportamiento impulsivo.
- Gestionan mejor el estrés relacionado con los exámenes.
- Practican estrategias más efectivas de comunicación.
Beneficios del mindfulness para adultos
- Gestionar el estrés de manera más adecuada, reduciendo el riesgo de padecer enfermedades relacionadas con el estrés crónico.
- Mejorar la atención y concentración.
- Identificar y regular las emociones. Gestionar de manera más adecuada el sistema de regulación emocional..
- Desarrollo de la amabilidad hacia si mismo y hacia los demás.
- Reducir la impulsividad y mejorar la toma de decisiones.
- Mejorar las estrategias de comunicación.